Sobre el personaje:
Nació en Linares el año 1852. Era hijo
de doña Jesús Madariaga Silva y de D. Ventura Letelier
Salamanca.
Se educó en el Liceo de Talca y terminó
las humanidades en el Instituto Nacional, donde desempeñó
el puesto de inspector. Siguió leyes en la Universidad y se graduó
de abogado el 8 de mayo de 1875.
Mientras estudiaba Derecho, hizo clases de historia en
algunos colegios particulares y publicó un opúsculo sobre
D. Bernardo O'Higgins. En 1877 inició su carrera docente y administrativa
y fue nombrado profesor de literatura e historia del Liceo de Copiapó.
Allí se dedicó a los estudios filosóficos y colaboró
en los periódicos de Atacama. En El Constituyente publicó
en 1870, "La vida y doctrina de Emilio Litré" y en
El Atacameño los apuntes que fueron más tarde "El
Hombre antes de la Historia". Las teorías filosóficas
positivas, en las cuales estaba empapado, le dieron temas para muchos
trabajos y conferencias que leyó públicamente en los salones
de la Escuela Valdés o en el Liceo o en la Sociedad de Artesanos
de Copiapó.
En 1878 volvió a Santiago y ocupó la suplencia
de juez de comercio. En 1879 fue diputado por Copiapó. Concluido
su período legislativo fue nombrado secretario de la Legación
de Chile en Berlín. En Alemania escribió un libro de propaganda
nacionalista titulado "Chile" (1883), el que fue traducido
a varios idiomas fomentando la inmigración al país.
Vuelto a Santiago, en 1885, se encargó de la publicación,
por encargo del Estado, de las sesiones de los Cuerpos Legislativos
desde 1811 hasta 1845, que consta de más de 25 volúmenes
de gran formato y que acusa la paciencia y el talento del recopilador.
En 1888 volvió a la Cámara de Diputados
como representante radical de Talca. Al acercarse el año de la
revolución, de la que fue convencido partidario, publicó
una serie de artículos en La Libertad Electoral y combatió
la política de Balmaceda.
Como diputado suscribió el acta de deposición
de Balmaceda. Al triunfar la revolución fue designado profesor
de Derecho Administrativo de la Universidad. Inauguró su cátedra
con un discurso sobre "La Tiranía y la Revolución",
en que condenaba el régimen caído y relevaba al triunfante.
Poco después fue designado fiscal del Tribunal
de Cuentas. En ese tiempo se consagró de lleno al cultivo de
la prensa y de la alta literatura. Escribió artículos
brillantes y publicó libros de tendencias filosóficas
y evolucionistas, que levantaron su nombre a las cumbres de los grandes
cultivadores del pensamiento.
Disertó sobre sociología, leyes, política
y filosofía de la enseñanza en diarios como El Alba, La
Ley, El Sud América, El Heraldo y La Libertad Electoral.
Publicó obras magistrales que dieron origen a
controversias: "Filosofía de la Educación",
"La lucha por la cultura" -muy discutida en Chile y en el
extranjero-, "La enseñanza del Derecho Administrativo",
La "Ciencia del Derecho", "Génesis del Estado",
"Génesis del Derecho y Filosofía de la Educación",
"Descentralización administrativa", "La Filosofía
Positiva", "La Ciencia Política en Chile", entre
otras.
A pesar de la oposición que encontró como
renovador del pensamiento, fue elegido rector y su conducta fue imparcial,
respetuosa y científica.
Ya en vida se le rindieron honores de líder intelectual,
y al morir el 20 de junio de 1919, aquellos honores se transformaron
en apoteosis.
Fte.: FIGUEROA, Virgilio, op.cit. Bibliografía,
pág. 40 y 41. Tomo IV.