Artistas y Autores

Sobre los artistas y arquitectos en cuyas obras se basaron los diseños de los sellos chilenos.
Carlos Alegría Salinas.
Eucarpio Espinosa Fuenzalida.
Auguste François.
Lucien Ambroise Henault.
Francisco Javier Mandiola Campos.
Giovanni Mochi Pinx.
Raymond Quinsac Monvoisin.
Nicanor Plaza Salinas.
Luis Fernando Rojas Chaparro.
Cosme San Martín Lagunas.
René Thenot.
Alfredo Valenzuela Puelma.
Fermín Vivaceta Rupio.
Artistas que han diseñado o grabado sellos o complementos que menciona esta obra.
Dieter Busse Hoehne.
Edgardo Contreras de la Cruz.
Alejandro Inostroza Fabres.
Alberto Matthey Dupeyron.
José Moreno Benavente.
Marcos Simpson Rubio.

 

 

 

Francisco Javier Mandiola Campos (1820-1900)

Francisco Javier Mandiola Campos (1820-1900)



Obra de interés: Retrato de Mariano Egaña.
Francisco J. Mandiola C.

Fte.: Museo Nacional de Bellas Artes.

Nació en Copiapó en 1820. Fue enviado a Santiago donde estudió dibujo con José Lastra. En 1844 entró a trabajar en el taller de Monvoisin.

Se considera a Mandiola como el más importante discípulo de Monvoisin, aunque entre ambos artistas hay diferencias esenciales. Monvoisin se mantuvo con frecuencia en el "tema noble" o el retrato aristocrático. Mandiola descendió a lo popular y pintó mendigos o ingenuos retratos de gentes sencillas y humildes. En cierto modo es el iniciador de la pintura de género.

Al no ser su formación especialmente rigurosa, Romera observa una cierta torpeza expresiva de sus obras, especialmente en aquellas que aspiran a salir del marco escueto del retrato. Dibujo incorrecto, colorido opaco, pesado, decidida adhesión a un naturalismo en exceso literal y directo. Mandiola buscaba ante todo el carácter. A la captación del rasgo fisonómico posponía el estilo y la norma de esencia plástica.

Su atención ha ido así, hacia lo pintoresco del modelo, hacia lo que los personajes del arroyo representan como matiz característico de un determinado ambiente urbano.

Se estima que mientras Rugendas tomó lo vernacular como pretexto para ir a una trasposición plástica de los factores inmediatos, Mandiola se quedó en lo pintoresco. Sin embargo, la apasionada rebusca del carácter da a estas obras una una fuerza vital indudable.

Las obras más valoradas de Francisco Mandiola pertenecen al género del retrato, pero por tratarse de encargos, no eran tan valoradas por este. En estas telas el influjo de Monvoisin es más evidente y benéfico. Se hace presente la lección magistral en el suave modelado de las carnaciones y en la unidad sorda, pero atmosférica y delicada, casi evanescente, de las gamas.

Hacia 1857 Francisco J. Mandiola había alcanzado la madurez y la forma adecuada. "Cabeza de estudio" es, quizás, uno de los más bellos retratos de la pintura chilena. Presenta el perfecto equilibrio entre el contenido anímico y los elementos plásticos.

El gran mérito de Mandiola está, no tanto en sus obras, como en el hecho de que realiza la misión histórica de introducir en la pintura chilena el retrato como forma artística.

Fte. de extracto: ROMERA, Antonio, op. cit. en Bibliografía, p. 30.