SELLOS DE PRESIDENTES DE LA REPÚBLICA TITULADOS EN LA UNIVERSIDAD DE CHILE

Federico Errázuriz Zañartu (1825 - 1877).
Aníbal Pinto Garmendia (1825 - 1834).
Domingo Santa María González (1825 - 1889).
Federico Errázuriz Echaurren (1850 - 1901).
Germán Riesco Errázuriz (1854 - 1916).
Pedro Montt Montt (1849 - 1910).
Ramón Barros Luco (1835 - 1919).
Juan Luis Sanfuentes Andonaegui (1858 - 1830).
Arturo Alessandri Palma (1868 - 1950).
Emiliano Figueroa Larraín (1866 - 1931).
Juan Esteban Montero Rodríguez (1879 - 1948).
Pedro Aguirre Cerda (1879 - 1941).
Gabriel González Videla (1898 - 1980).
Jorge Alessandri Rodríguez (1896 - 1986).
Salvador Allende Gossens (1908 - 1973).

 

 

 

Arturo Alessandri Palma (1868 - 1950), Abogado 1893. Períodos Presidenciales 1920-1925 y 1932-1938.


Descripción filatélica:
1990, Sello N°998, Presidentes de Chile (pie de imprenta 1990).
1992, Sello N°1147-E, Presidentes de Chile, reimpreso Nº 998 (pie de imprenta 1992).
Diseño: s/d
Fuente de imágenes:
s/d

Sobre el personaje:

La extraordinaria personalidad de Arturo Alessandri Palma. "El León de Tarapacá", gravitó hondamente en la política chilena durante medio siglo. Fue Presidente entre los años 1920 y 1925, período en el que hubo de afrontar múltiples dificultades y más tarde, entre 1932 y 1938.

Según los historiadores, fue el despertar de la clase media lo que llevó al poder al señor Alessandri, fuerza que contaría con el masivo apoyo del proletariado. En las elecciones de 1920 tuvo como contendor a Luis Barros Borgoño, candidato de la Unión Nacional.

Arturo Alessandri nació en Longaví, Linares, en 1868 y se recibió de abogado en 1893; redactó en 1891 el periódico "Justicia", de oposición a Balmaceda, y fue diputado por Curicó entre 1900 y 1915; ministro de Industrias y Obras en 1898; de Hacienda en 1913 y senador por Tarapacá en 1915. Los habitantes del norte lo bautizaron como "El León de Tarapacá", el mismo nombre que se había asignado al ilustre militar Eleuterio Ramírez.

En 1920 la Alianza Laboral lo llevó a la Presidencia de la República. Sus deseos innovadores fueron sostenidamente impedidos por el Congreso. A esto se sumó la crisis salitrera, el aumento de la cesantía y el atraso en el pago de las remuneraciones en los funcionarios públicos, incluidas las Fuerzas Armadas, ya que la oposición parlamentaria no aprobaba los presupuestos, esto condujo a un peligroso descontento general.

Por otra parte, existía madurez en asuntos de justicia social y la necesidad de escalar en remuneraciones, educación y previsión. Alessandri pidió el apoyo al ejército para presionar al Congreso para que fueran aprobadas las leyes sociales que consideraba indispensables para la marcha normal del país. Las leyes se referían a las siguientes materias: Contrato de trabajo, Seguro obrero (social), Accidentes del trabajo, Procedimiento de Conciliación y arbitraje, Organizaciones sindicales, Cooperativas y Caja de Previsión de Empleados Particulares. Con el apoyo que tuvo Alessandri, el Congreso en un solo día aprobó y tramitó las leyes, el 8 de Septiembre 1924.

Pero Alessandri no tuvo autoridad sobre las Fuerzas Armas y presentó su renuncia al Congreso. Sus adversarios no la aceptaron, pero las Fuerzas Armadas asumieron el poder y aceptaron la renuncia presidencial el 12 de Septiembre 1924.

La Junta de Gobierno fue encabezada por el General Luis Altamirano, el General Juan Bennett y el Almirante Neff.

El 23 de Enero de 1925, o sea cuatro meses después asumió una nueva Junta de Gobierno, compuesta por Emilio Bello Codesido, diplomático que la presidió, el General de Ejército, Dartnell y el Almirante Ward.

Esta nueva Junta designó un ministerio de alessandristas y solicitó a Arturo Alessandri reasumir la presidencia, quien estaba con su familia en Roma.

La permanencia de esta Junta fue de dos meses y mediante decretos-leyes creó el sistema de Inscripción Electoral permanente, se creó el Colegio de Abogados y se estableció el impuesto complementario a la renta.

El 20 de Marzo de 1925 volvió Alessandri y fue objeto de una apoteósica recepción. Asumió el mando y confirmó el gabinete que la Junta presidida por Emilio Bello había designado. Era el momento de crear un sistema mas justo para el funcionamiento del país y la democracia, por lo que era necesario dictar una nueva Constitución.

Se creó una comisión asesora para elaborar el proyecto en el cual se tenían muchas esperanzas, donde también actuó el presidente. Por medio de un plebiscito se consultó a la ciudadanía lográndose una amplia aprobación en agosto de 1925.

Paralelamente, mientras se preparaba la nueva Constitución, se presentó el proyecto que creó el Banco Central de Chile mediante Decreto-Ley, cuyo objetivo fue operar como un banco contralor de la banca privada, regulando el dinero circulante, el crédito, estabilizando la moneda y fomentando el desarrollo financiero del país.

Alessandri se presentó como candidato presidencial en las elecciones de 1931, siendo derrotado por Juan Esteban Montero, cuyo gobierno sería efímero.

En el año 1932 volvió a la palestra como candidato de fuerzas sociales hetereogéneas. Venció en los comicios y gobernó al país hasta 1938. Una vez cumplido su mandato volvió a ser senador, cargo que desempeñaba cuando falleció el 24 de Agosto de 1950.

El segundo período. El siguiente fue el resultado de la votación del 30 de octubre de 1932: Arturo Alessandri Palma, 187.914 votos; Marmaduque Grove Vallejos, 60.856 votos; Héctor Rodríguez de la Sotta, 47.207 votos; Enrique Zañartu Prieto, 42.885 votos; Elías Lafferte, 4.128 votos.

Alessandri fue apoyado por fuerzas de centro, derecha y sectores izquierdistas: Grove, por socialistas y otros grupos de la misma tendencia; Rodríguez, por los conservadores; Zañartu, por un sector liberal y Lafferte, por los comunistas.

El Presidente se propuso hacer un gobierno nacional y ejercer el régimen presidencial. Llamó a colaborar a casi todos los partidos, incluso no dejó de lado al Conservador. Esta acción le permitió mantener una estabilidad ministerial muy superior a la de los anteriores gobiernos.

Apeló a las facultades extraordinarias en 1933, para reprimir la agitación social; apoyó el sistema de milicias republicanas y en 1937, para asegurar la estabilidad del régimen constitucional, creó la Ley de Seguridad Interior del Estado.

Su ministro de Hacienda, Gustavo Ross, elaboró los planes destinados a reconstruir la debilitada economía del país, produciéndose evidentes logros en esta política. Con el aumento del circulante Ross pudo incrementar la producción y la capacidad de consumo. Hubo, además, una notable recuperación de la economía mundial, lo que favoreció a la industria y al comercio de Chile. Se creó la Corporación de Salitre y Yodo y más tarde, en su reemplazo, la Corporación de ventas de Salitre y Yodo. Se activaron las salitreras y durante tres años la cesantía fue mínima.

La Ley de Medicina Preventiva, obra del Dr. Eduardo Cruz Coke, conservador, fue puesta en marcha, así como se aprobaron las leyes que fijaban el salario mínimo y el sueldo vital (1937). Se construyó el Barrio Cívico, fue erigido el monumental Estadio Nacional, obra de un verdadero visionario, y se construyó el edificio de la escuela de Derecho de la Universidad de Chile. Las mujeres pudieron votar en las elecciones municipales de 1934 y debieron esperar hasta 1949 para sufragar en las de parlamentarios y en las presidenciales.

Un motín de elementos de corte nazi fue violentamente reprimido el 5 de Septiembre de 1938, sucesos en los que murieron decenas de jóvenes y algunos policías. Su candidato para sucederlo fue Gustavo Ross, quien sería derrotado por el Frente Popular, con Pedro Aguirre Cerda como abanderado.

Fte.: VELASCO DEL CAMPO, Nicolás, op. cit en Bibliografía, CHILE HISTORIA N°18, pp. 34-35.